Contaminación publicitaria en La Tenderina.

Las vallas publicitarias han invadido los prados que limitan con la Tenderina, casi todas faltas de respeto al medio ambiente y la salubridad de esta calle. Las condiciones de dignidad, estética, ornato y seguridad de la ordenanza municipal parece que quedan a un lado, lo que provoca graves distorsiones en el paisaje urbano o natural de estas zonas verdes. Una contaminación visual que se añade al resto de «alicientes» de la zona degradada, edificios ruinosos, okupados, suciedad, basureros piratas, malezas sin desbrozar, … Décadas lleva el vecindario sufriendo las molestias de los inmuebles para las futuras promociones inmobiliarias de los planes de urbanización de La Tenderina y El Rayo-Mercadin. Y lo que les queda.

Las empresas publicitarias contribuyen a la siniestra espiral de la invasión que suponen las vallas, abandonando partes de las estructuras, así como residuos de los carteles y pegamentos de anuncios sustituidos, aumentando la sensación de vertederos piratas. También contribuyen a crear mala imagen del barrio, cuando dejan las vallas sin publicidad en un estado visual lamentable.

Es indudable que la presión que soporta el barrio con las vallas publicitarias ha incrementado la degradación urbana. El Ayuntamiento parece autorizar las licencias para estos soportes en inmuebles, en muchos casos adquiridos ya por las constructoras, de forma bastante arbitraria y sin control posterior. Como de costumbre, la regulación municipal muy liviana, de hace casi veinte años, contribuye a ello. Ordenanza Municipal de 2006: «En Suelo No Consolidado y Suelo Urbanizable se autorizará la instalación de soportes publicitarios exteriores en precario y siempre que no perjudiquen las luces o vistas de edificaciones residenciales.»

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